lunedì 30 aprile 2012

Maldito abril


Maldito abril

Cinco años y todavía duele. Es un dolor profundo, muy interno, difícil de describir. Es un nudo en la garganta y una ola de impotencia, es un querer gritar a los cuatro vientos que en mí sigues vivo. Es dolor, es pena, pero, sobretodo, es la tristeza de no poder compartirlo, el no tener a nadie cercano que sepa lo que significa treinta de abril. Es la decepción y la soledad que siento al pensar que por mucho que quisiera, nadie me iba a hablar de tí, no puedo compartir tus recuerdos, no puedo decirle a nadie “¿te acuerdas cuando Emi...?”. No puedo oír un “yo también lo echo de menos”. No hay nada, absolutamente nada, y eso es infinitamente doloroso. Ninguna persona de mi alrededor sabe que esta noche la pasaré abrazada a la almohada recordando tus besos, desesperándome por no tener un lugar a donde llevarte flores, por no tener un trozo de tí que besar, lo único que me quedan son unas pocas fotos y los momentos que pasamos juntos, que lucho por que no se escapen de mi memoria. Lucho por no olvidar cada una de las noches contigo, cada uno de los días, cada una de las miradas. Recuerdo tus labios carnosos, que me besaban con una pasión única en mi vida, tu cuerpo moreno y su olor, trato de sentir tus abrazos. Recuerdo la lluvia mojándonos en el parque morado, jamás podré olvidar tu intensidad, tus sonrisas, únicas. Emi, esos ojos llenos de pasión me atravesaban y me hacían temblar. Recuerdo aquella vez que llegaste a Oviñana, creo que era un once de agosto, poco antes de las fiestas, estábamos en la escuela viendo una película, fue sentirte entrar y el pelo se me erizó, entonces me miraste y ya era tuya, otro verano de pasión y escondites, de besos en la noche y caricias furtivas. Nadie puede entender lo que pasa dentro de mí cuando recuerdo esto, no es el dolor de saber que ya no me besarás, es el dolor de saber que ni siquiera puedo desear que suceda. Es el dolor de pensar que no hay ninguna esperanza, que te has esfumado, no volveré a verte tan siquiera a lo lejos, no oiré hablar de tí. No me que nada, solo cenizas, sombras, fantasmas de un pasado que nunca volverá. Y, todavía, unas briznas de pasión atadas al pecho que no podré entregar a nadie, porque estaban esperando por tu fuego que me traería el siguiente verano.

-30 de abril de 2012-

4 commenti:

  1. Sigues siendo encantadora.
    Verdaderamente.

    Un beso.

    RispondiElimina
  2. y apasionada
    Aunque no me acuerdo de los 30 de abril (ahora entiendo lo de las flores), sí comprendo tus sentimientos
    Un beso y abrazo fuertes
    Tu madre

    RispondiElimina
  3. Esta canción es para ti. Un abrazo.

    http://www.youtube.com/watch?v=FfgXeWMa6Ls&feature=relmfu

    RispondiElimina