sabato 23 aprile 2011

Obsesión

Los observaba atentamente, intrigado notaba sus movimientos preguntándome a dónde querían ir, cuáles eran sus intenciones. Eran cinco, y no se separarían nunca, se sentían atados. A su izquierda, otros cinco, también juntos, estaban a la par, con movimientos casi idénticos. Estaban tramando algo, con aquellas uñas largas, casi amenazadoras. Intenté acercarme lo más posible, pero con cada paso, se alejaban de mí, guardando siempre la misma distancia, una distancia constante. Con mis dedos casi les alcanzaba si estiraba un poco más los brazos; finalmente, decidí sentarme en el suelo, ellos dejaron de moverse, cogí unas tijeras, les dediqué una mirada asesina, les corté las uñas, me puse los calcetines, y por fin dejé de verme los dedos de los pies.

                                                                                  Jueves, 14.V.09

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